Este año era el de Sílvia, tuviese quien tuviese delante (mejor dicho, detrás). Su final de temporada anterior ya lo predecía, y las ganas en su primera puesta en escena, en la Perenxisa, dejó claro sus intenciones. Ganó la primera carrera de la Lliga pese a lesionarse nada más pisar piedras. Nada le iba a impedir ganar este año.