Ni toda la preparación técnica, ni toda la fortaleza física o mental, pueden vencer la imprevisible violencia de la naturaleza.
La FEMECV comparte el pesar y quiere mostrar su dolor por la gran perdida, dando nuestro apoyo a la familia, amigos y compañeros de las víctimas.
Vuestro dolor, es nuestro dolor. La familia montañera ha perdido a unos amigos insustituibles, y aunque los años pasen, siempre estarán en nuestro corazón, como ya lo están quienes nos han dejado antes.
Un poco de nosotros ha desaparecido con ellos. Sabemos que las palabras son un pobre consuelo para tan gran pérdida, por ello cada vez que alcancemos una cumbre, dediquemos un minuto a recordar a todos los compañeros que hemos perdido en el camino de la montaña.
Pol, Alex, Jos, ahora el cielo es vuestro hogar.