Esa misma noche nos fuimos a dormir al aparcamiento del Ponoig para escalar allí el domingo, cenamos y a dormir.
La idea era aprovechar la sombra que brinda la zona conocida como el Lomo del León, ya que por estos lares todavía aprieta el sol.
En esta zona del Ponoig no encontramos la longitud de las vías del resto de sectores de la misma montaña, pero hay una buena selección de vías interesantes, en su mayoría apretaditas. Hay vías muy míticas del Ponoig como la “Aravela” de Armand Ballart, restaurada hace unos años y con unas fisuras a equipar muy recomendables. Y rutas más modernas a cargo de los Edwards como “Dark Treasure” o “Lion Heart” con largos de séptimo grado y una buena dosis de compromiso.
Nos levantamos con la calma ya que la sombra no entra hasta el mediodía y a escalar.
Para la próxima salida, en Noviembre, están convocadas las pruebas para el nuevo equipo 2016/2017.